¡Adviento: una invitación a la presencia que llena de verdadera paz!

“La quietud puede sanar el alma.”

Es lo primero que escucho en la oración de la mañana y mi corazón anhela esa quietud en medio de los últimos días agitados del año, intentando no llenarlo de ruido, compromisos y chocolates en exceso.

Adviento no es sólo el pretexto para anticipar unas “necesarias vacaciones”. Es el tiempo de espera para llenar tu corazón de nuevo de la única presencia que es verdadera y perdurable PAZ. Es una invitación a la quietud del alma, para reconocer en medio del caos de nuestras vidas, al ÚNICO que nos llena de sentido, de esperanza, y alienta el camino de nuestra humanidad tan rota y sedienta de salvación y sanación.

«La quietud puede sanar el alma.»

Para nuestra familia, el Adviento inicia con presencias que nos hablan de Jesús. Nos encontramos con amistades que se han vuelto entrañables para el corazón. Nos dejamos envolver por la naturaleza con sus sonidos, olores, colores y muchos charcos en los cuales brincar…y una mamá que necesita tanto pedir ese espíritu de niña, para ir y hacer lo mismo, y dejar de preocuparse por lo que pueda pasar.

Adviento nos invita a la presencia, porque el mejor y más difícil regalo que le puedes hacer a alguien es llenarlo de presencia amorosa, de atención amorosa, de escucha amorosa…sólo porque sí.

El Adviento me permite conocer también a dos mamás, que han colaborado con sus escritos en esta comunidad de “La hermosa locura de ser mamá”. Annie y Ana Sofía, hacen un acto de paciencia y presencia un viernes por la tarde. Aunque fue breve nuestro encuentro, el alma agradece por ese espacio para encontrarnos, compartir y celebrar los dones que dan frutos para todos alrededor.

Unos días después caminamos entre calles que se llenan de música, arte y librerías que visitar. De nuevo, la quietud es una constante invitación, si realmente queremos notar y saborear la vida.

«Adviento nos invita a la presencia, porque el mejor y más difícil regalo que le puedes hacer a alguien es llenarlo de presencia amorosa, de atención amorosa, de escucha amorosa…sólo porque sí.»

El corazón sabe que quizás es momento de evitar bajar la mirada al celular (apagarlo incluso) y comenzar a voltear alrededor, arriba, a los lados; notando esas presencias que hablan tanto de Dios.

Este Dios divino que se vuelve humano, pues quiere habitar entre nosotros y desea estar más cerca de lo que podemos ver o comprender.

Mi corazón quiere responder a esa venida – tan sorpresiva para nuestra pequeñez y deseosa de conexión – con calma, en quietud, con apertura para recibir el «misterio con nosotros”, en medio de lo inesperado.

«Este tiempo de gracia, es una invitación a soltar todos esos traumas de otras presencias humanas que te han lastimado. Porque Dios sólo quiere amarte, sanarte, y salvarte de creer que estás lejos de Él.»

Pero te entiendo si hay miedo, ruidos, y evitas esta presencia…porque, ¿quién no ha vivido presencias humanas que más que integrarnos, nos han desintegrado en nuestra verdadera esencia de amor?

Este tiempo de gracia, es una invitación a soltar todos esos traumas de otras presencias que lastiman, porque han sido lastimadas también, y sólo Dios – en la presencia de Jesús con nosotros – puede integrarnos de nuevo en el amor que sostiene todo, incluso lo roto. Este amor que se nos ofrece, es lo que verdaderamente nos integra, nos sana, nos salva.

El milagro de este tiempo es que el mismo Dios siempre viene; y viene para amarte, viene a integrarte en todo tu hermoso ser, viene a salvarte, viene a sanarte, viene para estar presente y recordarte que eres y serás amada por la eternidad.

«El milagro de este tiempo es que el mismo Dios siempre viene; y viene para amarte, viene a integrarte en todo tu hermoso ser, viene a salvarte, viene a sanarte, viene para estar presente y recordarte que eres y serás amada por la eternidad.»

El corazón se llena de presencias en una mirada, en pláticas, en villancicos navideños mientras envuelvo regalos, en amistades que nos hablan del Dios que siempre anhela estar con nosotros. ¡Nuestro Emmanuel habitando siempre y para siempre con su presencia que bendice todo alrededor!

¿Aceptas esta invitación a la presencia que llena de verdadera y perdurable paz?…

Con cariño, Mariana López.

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Gracias Ana Sofia (@ave_celestia) y Annie Elizondo (@educarenconexion_) por ese lindo encuentro y sus escritos tan valiosos para este blog de la hermosa locura.

Aquí puedes leerlos, da click en los títulos:

Ana Sofía – ¡Encontrar el verdadero tesoro en nuestra fe!

Annie – ¡Comenzar en tu hogar la crianza respetuosa!

🎄🎵¡Algo de música para el corazón! 🎄🎵

Advent Song

Joy (para bailar en familia) 😁🎄🙌

Y gracias de todo corazón, por sus comentarios sobre cómo la Danza de la Mariposa sigue acompañando su propio camino de sanación y plenitud. ¡Orando por muchos corazones, para que se sientan amados y transformados!

Aquí lo encuentras disponible: ¡La Danza de la Mariposa!

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