Inspiración

¡Parte 2 – Nombra tu Año!

Son los primero días de un nuevo año, al salir de casa sentimos esos primeros rayos de sol, que calientan el cuerpo e iluminan el corazón de esperanza, ante  todo lo que vendrá.

No dejo de pensar en que, Dios mismo usó palabras para crear el mundo, crear vida, dar forma. Fue Él, quien primero nombró para crear.

Dios, desde su infinita bondad, habló así: “Hágase”. “Haya”. “Produzca”. “Acumúlense” (Gn 1). Y cuando se trató de, lo más complejo y hermoso de su creación: ¡el ser humano!; una trinidad de amor dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra.” (Gn 1, 26). Y después nos bendijo.

Él puede ver desde el día uno de este nuevo año,
todo lo bueno que hará en tu vida, y que todo estará muy bien.
Pues Él te ha nombrado “suya, suyo”, desde que te creó.

Ese nombrar, ese soplo de amor, y gran impulso de bondad; es lo que ha ido creando todo lo que vemos, y somos. Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien.” (Gn 1,31).

Él puede ver desde el día uno de este nuevo año, todo lo bueno que hará en tu vida, y que todo estará muy bien. Pues Él te ha nombrado “suya, suyo”, desde que te creó.

Así que Dios mismo permite no sólo que Adán comience a nombrar también parte de la creación –como los animales – sino que hoy, también te invita a ti a nombrar tu año, a nombrar todo aquello que al final del año, deseas SER.

No me refiero sólo a tener –más dinero, más ropa, más viajes – lo cual es bueno. Pero si quieres soñar a lo grande, como Dios lo ha hecho ya contigo, entonces necesitamos SER aquello para lo que verdaderamente fuimos creados.

Dios sabe bien que, las palabras crean, nutren, alientan, iluminan, encaminan, acompañan, abren puertas al interior, bendicen, acarician, dan ese impulso y el gran enfoque al caminar.

Por tanto, nombrar nuestro año es encender esa luz que nos irá guiando hacia lo que podemos SER, al final de este año. Quizás tu palabra sea “perdón”, “alegría”, “generosidad”, “paciencia”, “paz”, “amor”, “encuentro”, “silencio”, “soltar”, “agradecer”, “cuidar”, “confiar”…al final del año, esa palabra te habrá revelado – y moldeado – todo lo que tú eres.

Nombrar tu año, es elegir una palabra, o un par de palabras, que hagan todo el sentido de este nuevo año y tu nuevo caminar, para ti y lo que deseas SER.

Y si aún te sientes algo perdida/perdido, en esto de nombrar, entonces podemos comenzar por:

1. Hacer silencio, y en esa quietud e intimidad con Dios -tu Creador-, preguntarle: «Cuando tú me creaste, con tanto amor, ¿qué soñaste para mí, para mi vida?. ¿Qué sueñas de mi, este nuevo año?»

2. Pensar en las personas que admiramos, y alguna característica que deseamos ver también en nosotros. Quizás es su alegría y gran sentido del humor, su creatividad para aprender y hacer algo nuevo, su valentía y determinación para lograr sus sueños y no darse por vencidos, su amor y atención cercana hacia ti y los demás. ¿Qué te llama la atención de esa persona?

3. Si tienes pequeños en casa, ayuda siempre saber que, esa palabra que tú elijas, va a moldear tu corazón; pero también va a moldear el corazón de tus hijos. Imagina al final del año, escuchando a tu(s) hijo(s) decir: “¡Wow, mi mamá ha sido más paciente, más amorosa, más juguetona este año!” ¿Cómo crees que vivirá y moldeará a tus hijos, la palabra que elijas y saque lo mejor de ti, y de ellos?

Así que te invito a nombrar tu año, y después a escribir tu palabra, o tu bonche de palabras, en un papel, en el espejo del baño, y/o en el lugar más visible para ti …y dejar que esa palabra, o palabras, iluminen tu año y te llevan a ser más de quién realmente eres.

Quizás esa luz de tu palabra, nos ilumine a todos los que estamos cerca de ti, a lo largo de este año.

¡Nombra tu año!

Con gran cariño, feliz y bendecido 2023.

Mariana López.

P.D. #1: Te comparto 2 canciones, que espero te inspiren al nombrar tu año.

«The best thing», de JJ Heller.

«Wondrous love», de Jadon Lavik.

P.D. #2: Te comparto los nombres de mi año: «Palabra». «Paz». «Perdón» y «Publicar».

Palabra: un rato cada día para meditar la Palabra, y atesorar esas palabras que dan luz al nuevo camino.

Paz: promover, buscar, custodudiar y nutrir esa paz que sobrepasa todo entendimiento, y custodia mente y corazón.

Perdón: la palabra esencial para sanar, ir más libres, ligeros y felices.

Y Publicar: el próximo libro, que deseo pronto tengas en tus manos…y lo que vendrá.

¿Cuáles son las tuyas?, me encantará leerte.

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