Lo que quiero compartirte hoy es una reflexión que he hecho a lo largo de mis años como mamá. En los que me he dado cuenta que a veces estamos tan entregadas en nuestro papel de mamá que nos olvidamos de conectar con nosotras mismas.
Cuando te conviertes en mamá las prioridades cambian; cambian completamente porque encuentras entre tus brazos a un ser pequeño e indefenso, un ser que depende completamente de ti.
Es hasta este momento en el que puedes realmente comprender el amor, la entrega y el sacrificio de una madre. Es cuando valoras más que nunca a tu propia madre y es el momento en el que vives en carne propia una transformación sin precedentes. No sólo se transforma tu cuerpo, sino que tu mente, tus sentimientos, tu misma alma cambia.
Durante todo el proceso del nacimiento de una madre, es como si el “Yo” de antes cambiara repentinamente, se transforma para nunca más volver ser el de antes. Ahora ese “Yo” ya no sabe de egoísmos, ya no es un “Yo” sino que es un “Nosotros”, ahora está completamente al servicio, sin horarios, sin condiciones. Las prioridades no vuelven a ser las mismas de antes.
El tiempo pasa, los niños van creciendo y cada vez van necesitando menos de mamá, pero resulta que como mamás pareciera que ya nos hemos olvidado de ponernos como prioridad.
Hay una frase de R.Steiner que dice:
«Quien pretenda educar deberá autoeducarse durante toda la vida”.
R. Steiner.
Y yo creo que también aplica para el Autocuidado, para poder cuidar hay que cuidarse. Así que como madres, como cuidadoras, deberíamos Autocuidarnos durante toda la vida, pues si bien somos responsables de la educación de nuestros hijos, somos también responsables de nuestro propio bienestar.
Darnos tiempo para nosotras, invertir en nuestro propio bienestar, en nuestro propio cuidado nos dará ese alimento que necesitamos para que poder nutrir a quienes más amamos.
Por algún motivo a veces nos sentimos culpables o incluso egoístas al pensar en nosotras mismas, tal vez nos quedamos con esa vivencia de tener en brazos a un recién nacido que nos exigía nuestra absoluta entrega, pero si ese momento ya pasó, si nuestros hijos ya han crecido, resulta que necesitamos pensar en nosotras mismas primero para poder estar plenas, cargadas, disponibles para ellos.
Así que nos toca hacer el camino de vuelta, ya aprendimos lo que es la entrega total, ya nos desprendimos de todo para darlo a esos pequeños que nos eligieron como mamá, pero ahora nos toca también mirar hacia nosotras mismas, convertirnos en nuestras propias madres y cuidar de nuestro cuerpo, mente y alma con la misma entrega y amor como lo hacemos con nuestros hijos.
Con cariño, Zuraya Hernández.
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Mi nombre es Zuraya Hernández, soy Licenciada en Innovaciones Educativas con formación en pedagogía Waldorf como maestra de jardín de infancia y primaria. Tengo varias formaciones dentro de ésta pedagogía (Arteterapia, Cuentos sanadores, Euritmia). Soy apasionada de la cocina y la alimentación sana y llevo muchos años estudiando sobre la Alimentación a la luz de la Antroposofía.
Pero para mí el título más importante es el de Mamá, es la experiencia que me ha regalado más aprendizajes, retos y satisfacciones que todos mis años de estudio y es a lo que me dedico 24/7 desde hace casi 7 años.
En el 2020, en plena pandemia, sentí el impulso de crear un espacio para compartir mis experiencias pero también para compartir con otras mamás como yo. Así surgió “El camino del arcoiris” y las Charlas entre mamás.
Las charlas entre mamás son encuentros virtuales en los que nos reunimos mamás de habla hispana de todas partes del mundo para platicar sobre distintos temas de interés (maternidad, educación, salud…) a veces tenemos invitados especiales que nos hablan de temas particulares y a veces simplemente nos reunimos para platicar, conocernos y compartir nuestras experiencias en el camino como madres.
Para más información puedes visitar mi cuenta de instagram @caminodelarcoiris.