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¡Comenzar en tu hogar la Crianza Respetuosa! – Por: Annie Elizondo, @educarenconexion_
Los años pasan, la vida cambia, los seres humanos somos distintos a los de hace 50 años… ¿y la manera de educar a los hijos sigue siendo la misma?
En muchas familias la nalgada, el cinto y la chancla siguen siendo la forma de educar a los niños. Muchos de esos papás y mamás lo hacen por tradición, repitiendo patrones que sus padres o abuelos les “heredaron”. No saben que educar así es educar basándose en el miedo, y que lejos de “educar hijos fuertes”, están criando adultos acostumbrados a la violencia incluso dentro de la propia familia.
¿Entonces qué otro camino existe? El de la crianza respetuosa, y este camino puede comenzar incluso antes de la llegada de nuestros hijos.
¡Porque todo empieza en nosotros!
Si queremos educar de manera respetuosa, consciente y asertiva… primero tenemos que conocernos a nosotros mismos y a la perspectiva de crianza que tenemos anclada en nuestro cerebro.
Esta perspectiva propia de crianza es la manera en la que nos educaron, la manera en la que nos respondían en nuestros momentos de crisis cuando éramos niños, y el camino automatizado en nuestro cerebro.
Descubrir ese camino automatizado es muy sencillo.
Para eso, te invito a hacer este ejercicio: Imagina que estás caminando por la calle, pasas un parque, saludas a un amigo, sigues caminando y empiezas a escuchar un niño gritando a todo pulmón “¡Quiero galleta! ¡Quiero galleta!”, entonces volteas y ves a su mamá a lado diciéndole “Ya se terminaron tus galletas”, y en eso… ¡pum! El niño le suelta un manotazo a su mamá en la pierna.
¿Cuál fue el primer pensamiento que llegó a tu mente?
“Ese niño grosero, no sabe respetar a los adultos, yo lo pondría en su lugar”, o “Verdaderamente quería una galleta y todavía no sabe regular sus emociones”
Si tu pensamiento fue más parecido al primero, tienes un camino neuronal automatizado de crianza autoritaria.
Si pensaste más parecido a la segunda frase, tu camino neuronal automatizado es de crianza respetuosa… que no tiene nada que ver con permisividad.
Para entenderlo, es importante conocer y diferenciar los estilos de crianza:
Conociendo esto, te invito ahora a reflexionar:
¿Cómo te disciplinaban a ti?
Annie Elizondo.
¿En cuál estilo de crianza identificas a tus papás o la persona que te educó?
¿Cómo disciplinas tú a tus niños?
¿Con cuál estilo de crianza te identificas? ¿y en cuál quisieras estar?
Todos los días podemos aprender y automatizar un camino neuronal de crianza respetuosa.
Puedes comenzar hoy mismo con estas 3 estrategias sustentadas en las neurociencias:
- El cerebro del ser humano aprende cuando está en un ambiente seguro y de calma, pues es así como se activa la corteza prefontal: evita usar golpes, gritos o amenazas… mejor usa un tono de voz tranquilo y empático para educar.
- El cerebro del niño piensa en imágenes, por eso se confunde al escuchar negativos: evita decir “no grites, no pegues, no corras”… mejor dile lo que sí quieres que haga “habla bajito, tócame con cuidado, camina despacio así como yo”.
- Cuando conectamos los hemisferios cerebrales verbalizando las emociones, la intensidad de la emoción disminuye drásticamente: evita invalidar sus emociones diciendo “no pasa nada, ya deja de llorar”… mejor valídalas diciendo “estás triste, eso no te gustó” .
Con estas 3 estrategias ahora tú le podrías responder a ese niño llorando por la galleta:
Con un tono de voz tranquilo y empático: “Estás frustrado, tú querías otra galleta… sé que esto es difícil para ti. Hoy ya no hay más galletas, si tienes hambre puedes tomar agua o comer una manzana, ¿qué prefieres?”.
Con esta respuesta estamos validando sus emociones, empatizando, diciendo qué es lo que sí puede hacer y manteniendo el límite con respeto para niños y adultos.
¡Eso es educar con respeto! O como me gusta llamarlo a mí: Educar en Conexión.
Recuerda que tu estilo de crianza lo decides solamente tú, ¡y yo siempre estaré encantada de compartirte más herramientas y estrategias!
Con cariño, Annie Elizondo.
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Annie Elizondo, es licenciada en Educación con Maestría en Psicología Neuroeducativa, mamá de dos niños y tiene más de 12 años de experiencia en el mundo de la educación.
Hoy acompaña a maestros y padres de familia en su camino de educación y crianza, promoviendo una filosofía respetuosa basada en la conexión.
Para más información sigue en Instagram a @educarenconexion_
