“Mira a tu alrededor”, es lo que escucho cantar a Natalie Layne, mientras hay algo –quizás “mucho”– de hermosa locura a mi alrededor. Comenzando por los legos y la plastilina, una pila de kleenex en los cestos (con dos pequeños agripados), miles de personas por quienes orar, en un mundo en guerra e innecesario sufrimiento.
“Mirar a nuestro alrededor”, puede ser aterrador. Pero, también puede ser esperanzador saber que el AMOR siempre, siempre, siempre…tiene la última palabra. Y que ahí donde estás, en el rincón de tu casa, llevando niños al doctor, cocinando el siguiente pay de calabaza para que todos disfruten, trabajando en tus pendientes (incluso si ese pendiente es jugar carritos o armar legos), ¡ah! y claro…durmiendo temprano para acumular paz, paciencia y muchas sonrisas el siguiente día; es donde comienza la PAZ.
¡Nuestros hogares, están sedientos de PAZ!
Si no podemos experimentar la PAZ, el cuidado, el amor y el perdón…en un pequeño rincón. ¿Cómo esperamos experimentarla en el mundo exterior? Nuestro mundo no hace mas que reflejar y llorar, lo que estamos perdiendo en nuestros primeros hogares; la PAZ de sabernos hermanos, amados, conectados, perdonados, encontrados y unidos al gran AMOR.
En medio del caos intento recordar, más aún practicar, lo que he venido aprendiendo – frágilmente – desde tiempos de Pandemia.
- PAUSAR: Hacer esas pequeñas pausas en el día para simplemente respirar, orar, sonreír, recordar todo lo bueno que sí está sucediendo, que sí estás haciendo, que Dios sigue haciendo en tu vida, y en la vida de los demás. Incluso pausar para dar más abrazos, más miradas, más caricias, más palabras de aliento y reconocimiento al otro.
- 2. AGRADECER: “Siempre, siempre, siempre hay algo por qué estar agradecidos.” – expresa sabiamente Ann Voskamp. Haz una lista, en tu mente, en tu libreta, en tu corazón; de todo aquello que no queda mas que recibir como una gran bendición, como un dulce beso del Creador…que no deja de entregarse, aún cuando lo sentimos lejano.
- 3. SONREÍR: “La paz comienza con una sonrisa” – bien lo vivía la Madre Teresa de Calcuta, ahora una Santa de la paz y el amor al prójimo. Sonreír, es la primera forma de hermandad, de humanidad compartida, más allá del dolor. Es el primer sabio paso para traer cercanía, comunión, humor… a un mundo tan roto y sediento de verdadera PAZ.
Ahí tenemos un trío de gracia, para vivirnos con más PAZ,
comenzando por nuestros hogares:
¡PAUSAR. AGRADECER. SONREÍR!
“Miro a mi alrededor”… mientras intento escribir esto para ti, hay dos pequeños gritando, corriendo, comiendo nutella a cucharadas (unos minutos de distraerse y todo puede suceder).
Pauso y respiro. Agradezco tenerlos corriendo a mi alrededor, mientras pienso en las mamás que están sosteniendo hijos enfermos o muertos por la guerra. Cacho las sonrisas de mis hijos, como el destello de paz en la tierra…y sonrío de vuelta, antes de lanzarme a corretearlos (y guardar la nutella, por supuesto).
¡Que la PAZ comience en nuestros hogares, comience por TI, por MI…cerca de la verdadera PAZ; Jesús!
Con gran cariño, orando juntas por la PAZ en nuestros hogares y en el mundo entero.
Mariana López.
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¡Toma una PAUSA, AGRADECE Y SONRÍE…mientras escuchas esta canción, y oramos juntas por la PAZ!
Un pensamiento en “¡La PAZ que toda mamá necesita: 3 formas de sentirla, en medio de #hermosalocura!”