Inspiración, Reconectar contigo

¡Querida Yo! – Líneas de vida para la Yo que anhelo SER…

Querida Yo. Líneas de vida para la yo que anhelo SER, la que está creciendo para SER…

Déjate AMAR.

Déjate ABRAZAR.

Déjate SANAR y SENTIR esa ayuda que te afirma cada día:

“Yo jamás te olvidaría. Aquí estás, tatuada en mis manos”.

Is. 49, 16.

Toma tu tiempo para vivir tus duelos; estás dejando ir mucho…y es normal –necesario – que duela; porque estás creciendo, re-aprendiendo, eligiendo un nuevo camino.

Es normal que te sientas en medio de tu historia, algo perdida, algo desorientada, algo desanimada por todo lo que no ha salido como esperabas. Pero recuerda siempre que, en medio de todo ello: «en la quietud y en la cofianza, está tu fuerza».

Vuelve a la quietud, con una taza de té o chai a tu lado, Palabra en tus manos, pluma y cuaderno al costado.

Vuelve a la confianza y suelta todo tu cuerpo –pero sobretodo tu alma –para que de esas cenizas, se encienda nuevo fuego; que traiga vida, luz y calor.

Cuenta suavemente, insistentemente, todas las pequeñas bendiciones y gracias del día. No des nada por sentado, por merecido, por necesario; más que amar, hacer el bien, e ir tras la paz verdadera. Tú bien sabes que esto es la verdadera belleza.

«No des nada por sentado, por merecido, por necesario;

más que amar, hacer el bien, e ir tras la paz verdadera.«

Y como expresa otra sabia mamá – Sarah Koch –:

“Saborea el tiempo con tus bendiciones. Juega. Ríe. Abraza, y no dejes pasar un día sin decir: “Te AMO”.  Estos dulces pequeños son las almas que has sido llamada a formar y moldear con la VERDAD. La vida no es menos porque estás simple y completamente dedicada a ellos, es plena y digna por ello.”

Sarah Koch.

Es verano, sal y toma el sol.

Sal y moja tu corazón.

Sal y comparte más helados, antes de que se derrita el tiempo entre tus manos.

Sal y acoge otras heridas, que necesitan de tu escucha y tu mirada.

Sal y respira profundo, pausado, prolongado.

Sal y descansa tu corazón en silencio, hasta que se encienda de nuevo ese fuego de amor en tu interior.

Sal y vive; aunque duela, aunque hieras, aunque te equivoques y tengas que reparar setenta veces siete…

Sal al encuentro diario del amor pleno, que expulsa todo miedo, todo abandono, todo sueño quebrantado, todo cansancio extremo, toda ocupación sin sentido, todo lo que te lastima o te hiere…

Sal y déjate AMAR, déjate ABRAZAR, déjate SANAR.

Con amor, Mariana López.

#DearMeLetter #SummerOfJournalling 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *